como los versos
«No sabré mai què és el que saps de mi, / ni en quina veritat hem estat junts, /
ni si hi serem per sempre. / No pot ser / un mal dolor el dolor que ve de tu /
per aquest tèrbol mar. [...]»
_L'alba a Cádiz de Joan Margarit
siento quemaduras poro a poro,
cuerpo a cuerpo,
recorriéndome por dentro,
cicatrices que no tengo,
miedos que desprendo,
me miran inquietantes los perros,
tiemblo y tiemblo
y no me atrevo a mirarme al espejo;
escondo estas estatuas que poso a poso,
desacierto a desacierto,
en el museo no veo mis modelos,
medidas y filtros reguleros,
no embellecen, sólo hacen más espesos
los sueños de tregua con los besos
a la persona que me mira desde lejos;
defusaba la bomba de relojería poco a poco,
ameno, ameno,
ahora veo prendas y pienso
¿cabré?, ¿me lo mereceré?, ¿paso el censo?,
si que tengo una obsesión y la peso,
y me pesa pero sopeso,
que pronto devolveré la sonrisa a mi reflejo;
lloro aprehensión cuando toco y toco,
y despego y despego,
tiritas que me prenso,
sobre muda, y muda me quedo,
cuando de repente veo
que alguien fija sus luceros
en la praxiteliana línea de mi duelo;
y resto, y resto importancia
y sumo, y sumo orgullo
y construyo, y construyo amor propio
y ahora siento que maduro viento tras viento,
cuando el soplo me acaricia el pelo,
ahora no acoto el pensamiento,
quererme es un reto,
pero te prometo que ¡yo puedo!
que voy por partes, que busco mi sitio en mi propio juego
cuesta, pero ya no siento tan enemigo a mi cuerpo,
y abrazo, y abrazo miedos,
y sumo, y sumo conocimientos
y fluyo, y fluyo como versos.