Perspectiva Zentauri

@sivan.ka   Si la pifié porque jugamos a disparar y acerté, Perdóname. Si apunté a la costra abierta y herí, Perdóname. Si las balas fueron a decir palabras que callas con silenciador, Perdóname.   Si las palabras disparadas hablaran, te rogarían, Perdóname. Si vuelvo a desbloquear el arma en el peor momento y voy a hablar, Dispárame. En el centro. En la espina que ya sabes qué atraviesa, ese punto débil, Dispárame. Porque no me detendré hasta que el plomo tiña mis ojos, Dispárame. Hasta que de mi boca derrame lloros, Dispárame. Hasta que caiga de bruces y pueda finalmente sonreír y decir, Derrótame. Por inundarte de miedos, de tragedias, de críticas, de mierdas, Entiérrame. Y reza unas palabras, las que te sepas, Exímeme. Con las balas que te disparé, y déjame que me descubra el alba, Despiértame. Con esa mancha negra en la espalda, como grieta en el revólver, Y vete de aquí. Como quien salda una deuda o como quien ve a alguien morir.

No sé qué decirte. Mis tres puntos suspensivos. Nuestras tres líneas. Tus tres puntos suspensivos. Sospecho que no tengo palabras. No me lo imaginaba. Pensaba que era un baile de máscaras. Supongo que la curiosidad atina a encontrar lo que más quiere. Tal vez, me lo esperaba. Un secreto puede encontrarse aún escondido en el fondo del mar. Sospecho que leerás esto. Es la respuesta que tengo. No te voy a contestar. Lo siento. Han sido días muy revueltos, hoy también lo será. Sospecho que te apenarás. Luego te contesto como merece quien quiere saber más. Pero no sé qué decirte. Mis tres puntos suspensivos no saben adónde mirar. Seguiremos iguales, tranquilidad sólo no sé qué decirte, la verdad. Y para dejarte en tres puntos suspensivos no decirte nada, borrar. Prefiero inspirar unas líneas, espirar y pensarme qué decirte para después hablar.  

☯ Tengo dos lunares en mi espalda que pueden ser puntos cardinales que señalen dónde perdí el norte dónde perdiste el control, para mí son símbolos de que soy mi Yin, mi Yang, mi Yo que equilibran mi mente, mi cuerpo, mi alma. Tengo dos lunares porque vengo de Saturnalia señalan los puntos transversales con tu dedo en mi espalda seremos suspensivos dos comillas un delirio una historia pende el hilo. Tengo dos lunares que parecen como aciertos a la diana (cómo se me va la pinza). Tengo dos lunares en mi espalda, es cuestión de tiempo que les dé otro significado pero para mí son parte de mí, parte de cómo soy. 🦀

Mi noche sigue a tu mañana. Desvivo entre semana; no hay momento más incómodo que no sentir tu dedo en mi espalda. Un abrazo que se queda corto un corazón medio roto, no hay más tiritas en la caja. Buen día te fuiste a enamorar de este loco.   Cada día me siento más como un ovillo de lana que da vueltas y vueltas en la cama sin encontrar lo que piensa, trastocando teclas, tocando fibras concretas no quería encandilarte, mi dama .   Ahora tengo razones para quedarme despierta para no irme con Morfeo a que me calle con besos o con dagas. Antes pensé que no podría caer ahora que te conozco, de tus caminos las piedras retiraré aunque pegue unos cuantos traspiés, no me esperes, igualmente llegaré . Cada día me acurruco más cuando siento que llueve dentro, me olvido de que hay tanta gente cuando voy en metro, me escondo en mis pupilas y entre nenúfares me sumerjo. Ahí siempre podrás buscarme si no sabes dónde me encuentro. Y si no, búscame donde me dejaste: seguramente haya retales de mí pre

Ahora que los párpados duermen los grises miran al cielo y preven que hay que aprovechar el tiempo antes de volverlo a ver todo negro. Ahora que los cuerpos se entumecen los abrazos se agradecen aunque no llegan cuando se quieren, están en la recámara tras el telón.   Ahora que los sentimientos permanecen las dudas acuden a los que sí quieren pero se paralizan si saben quién viene: el miedo siempre está al acecho.   Ahora que la inspiración aparece no hay que dejarse llevar por Morfeo a las cunas que mece por eso aprovecho una vigilia ya descansada y dormida para escribir mis pareceres.