Perspectiva Zentauri

Es capuccino el café que besa tus labios al disfrutar de una primavera fría en las terrazas del congelado pueblo; es roble a lo que huelen los muebles que decoran tu cuarto; es coraje lo que brota de su ego al enfrentarse al espanto, es herida lo que lloran sus párpados y colonia lo que rige su llanto. Es sepultura lo que tapa al sonámbulo que deambula por entre los charcos; es cultura lo que corta la prepotencia de los insensatos, y es respeto lo que nos diferencia de los que nunca tuvieron al enemigo delante desarmado y al que pudo ser amigo, detrás, apuñalando. Es cuestión de tiempo que el cambio se ponga de nuestro lado; es reflexión de vientos, los que soplan airados, es movimiento evolucionista el que verá cómo mutamos. Es saber envejecer, al lado de quien decidamos. Es conocer lo que es perder cuando las ruinas viejas derruyamos y saber ganar lo que la puerta deje entrar. Es color de pinceles secos de tinta mojada de aguas claras las que

Suelo pensar que «palabras bien hiladas valen más que letras sin sentido». Y aquello que no sé decir cara a cara, la literatura, y sobre todo la poesía, me salva. Plasmar los sentimientos y emociones en juegos de palabras, en metáforas o en otras bellas construcciones, es lo que me apasiona y en lo que me vuelco más. Esto es lo maravilloso del lenguaje y es lo que quiero expresar. Esto es lo que hay... V

Dicen que en nuestro interior hay más de dos personas que conviven, cohabitan y se quieren. Juntas. La una con la otra. Dicen que ambas son entidades diferentes y que se complementan a la perfección. Lo que la una cubre como noche y guarda luz en su leve amanecer de sonrisa tímida, la otra ilumina con haces pero siempre guarda picardía en su interior. Dicen que existes conmigo y creas un Yo. Dicen que me cantas al oído y oigo tu voz. Llamándome. Aludiéndome. Dándome amor. Dicen contorsiones de lenguas que quieres descubrir lo más profundo oculto de mí. Dicen que miran con malas quejas cuando hablamos de lo que hay latente como corazón. El sentimiento patente. El paciente sensor. Dicen que te ven de lejos. Dicen que corres por fundirte como caramelo, me pregunto si habría anís en tus labios y si los pudiera chupar yo. Lentamente. Saboreando cada píxel de provocación. Dicen que somos complemento directo. Que si no te cito en contexto, saco un as de la manga y te menciono

Hace nada leí unos versos cortos y parcos y otros melancólicos y románticos que me transmitieron duda y desarraigo, un exilio emocional que hacía tiempo que no sentía; hace menos degusté una onza de dulce blanco que se derritió en muy poco tiempo entre el paladar y el deseo, hace un instante me latía el corazón de cien a cero y hace menos de segundos, casi muero. Hace nada hablé con personas que me apreciaban y que yo tanto aprecio echaron a dormir sus mentes cansadas y me dejaron de velada con Morfeo, hace menos me quedé embobada mirando al hielo que de mi coraza derrite como caramelo la opresión de la vida, la libertad de ser mi propio dueño y caer en la tentativa idea de no alejarme de ello... Hace poco le comenté al otoño que me apetecía invierno y no negó mi propuesta de bañarme en el oro de las flores ni dejarme airear por las brisas de sus suspiros; hace tiempo que no le veo... Hace un instante ya había relevado el nombre que gu

Soy capaz de dormir mi mente y dejar oscilar mi cuerpo, aunque después la indiferencia me acompañe en el cansancio de mi mirada y con la sensatez del tiempo.