Alegría vencedora verdadera
"Miradas atrajeron más dudas de lo normal,
pero el secreto guardado está,
bajo llave de doble lazo tras el reflejo de su rostro;
no me odies si no me conoces...
ojo por ojo,
mala lengua por destrozo
por cada roto, coso un lazo,
desgárrame los sueños y te haré pesadillas tus ilusiones".
No fueron más allá del recinto; sólo a los alrededores para tener un poco de intimidad. Rieron con complicidad cada vez cuando se daban cuenta de lo que hacían. Pero no se avergonzaron en ningún momento.
Las dos, Alegría y Verdad, fueron a encontrarse con Vencedora, que las esperaba tras el recinto, mirando al horizonte. No las vio llegar y, la sorpresa de los brazos de Alegría arropándola y las manos de Verdad, en sus ojos, la sacaron la sonrisa. Luego vinieron los colores.
Estuvieron largo tiempo hablando de todo un poco, y entre frase y frase, hubo una pausa, un beso, una caricia, o una sonrisa...
Una melodía reggae calmaba esa tensión que aún se respiraba en la atmósfera: las tres fueron como Tres Gracias de Rubens, tres sujetas diferentes, pero enormemente iguales. Alegría quería a Verdad y ésta a Vencedora, Verdad amaba a Alegría y Alegría besaba a Vencedora. Pero siempre que Alegría y Verdad sonreían, Vencedora se sentía en paz consigo misma.
El tiempo y la suerte las unió, y el descanso les concedió un momento de calma. Ya fue la distancia la que las separó, pero saben que aún los kilómetros sean muchos, la memoria no olvida el recuerdo de aquellos buenos tiempos de cuando la alegría sonreía vencedora y verdadera.
Vicky