Acera

Esperando, sentada en la otra acera,
te veo llegar
tu caminar constante
mirándome sin mirar:
Ojos color ceniza,
labios cereza,
cabello suelto ondulado por el aire,
lacio por la pesadez del tiempo,
castaño como el roble...
Sonrisa traviesa
medio abierta,
y esa mirada desinteresada e inquieta...
Esperando en la otra acera,
un tiempo largo estuve y miré
a la gente que pasaba y me apuñalaba
por la espalda insultos y dagas,
y te vi entre ellos callada
y cruzaste la carretera animada,
te vi sonreír e ir hacia mí
sin preocupaciones.
Esperándote de pie en la acera,
cruzaste la carretera
deseaste estar a mi lado y yo deseé tus brazos
pero el destino del tráfico
hizo pararte un rato.
Ya desde siempre y desde lejos
desde que el tráfico te atrapó en medio,
quedaste atrapada y con ello,
del anonimato a ser el centro...

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